“Para llegar al conocimiento perfecto de Dios hay tres caminos ciencia, amor y fe”.

Cuando se afirma algo abecés es necesario demostrarlo, es el caso de un pensamiento que publique tal y como lo has observado al inicio de esta entrega.

Tengo un tesoro que compartir con vosotros: “Para llegar al conocimiento perfecto de Dios hay tres caminos ciencia, amor y fe”.

La ciencia ayudó a Einstein como también ayudo al español premio Nobel de Medicina, Don Santiago Ramón y Cajal (fundador de la neurobiología moderna) a reafirmar su convicción en Dios, al estudiar los canales de la corteza cerebral. El universo se rige por una serie de leyes físicas que son además las que mantienen y la sostienen   gravedad, electricidad electrostática y electromagnética, etc.

Se cuenta en la biografía de Einstein, (edad 10-12 años), Alemania una anécdota al respecto, un profesor retó a sus alumnos con esta pregunta.

- ¿Dios creó todo lo que existe?

Un estudiante contestó:

-Sí, lo hizo.

- ¿Dios creó todo?

-Sí señor, respondió el joven.

El profesor contestó, -Si Dios creó todo, entonces Dios hizo el mal, pues el mal existe y bajo el precepto de que nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos, entonces Dios es malo. El estudiante se quedó callado ante tal respuesta y el profesor, feliz, de haber probado una vez más que la existencia de Dios era un mito.

Otro estudiante levantó su mano y dijo:

- ¿Puedo hacer una pregunta, profesor?

-Por supuesto, respondió el profesor.

El joven se puso de pie y preguntó:

- ¿Profesor, existe el frío?

- ¿Qué pregunta es esa? Por supuesto que existe, ¿acaso usted no ha tenido frío?

El muchacho respondió: -De hecho, señor, el frío no existe.

Según las leyes de la Física, lo que consideramos frío, en realidad es ausencia de calor. Todo cuerpo u objeto es susceptible de estudio cuando tiene o transmite energía, el calor es lo que hace que dicho cuerpo tenga o transmita energía. El cero absoluto es la ausencia total y absoluta de calor, todos los cuerpos se vuelven inertes, incapaces de reaccionar, pero el frío no existe. Hemos creado ese término para describir cómo nos sentimos si no tenemos calor.

-Y, ¿existe la oscuridad?, continuó el estudiante.

El profesor respondió:

-Por supuesto.

El estudiante contestó:

-Nuevamente se equivoca, señor, la oscuridad tampoco existe.

La oscuridad es en realidad ausencia de luz. La luz se puede estudiar, la oscuridad no, incluso existe el prisma de Nathaniel B. Nichols para descomponer la luz blanca en los varios colores en que está compuesta, con sus diferentes longitudes de onda. La oscuridad no. Un simple rayo de luz rasga las tinieblas e ilumina la superficie donde termina el haz de luz. ¿Cómo puede saber cuan oscuro está un espacio determinado? Con base en la cantidad de luz presente en ese espacio, ¿no es así? Oscuridad es un término que el hombre ha desarrollado para describir lo que sucede cuando no hay luz presente.

Finalmente, el joven preguntó al profesor:

-Señor, ¿existe el mal?

El profesor respondió:

-Por supuesto que existe, como lo mencioné al principio, vemos violaciones, crímenes y violencia en todo el mundo, esas cosas son del mal.

A lo que el estudiante respondió:

-El mal no existe, señor, o al menos no existe por sí mismo. El mal es simplemente la ausencia de Dios, es, al igual que los casos anteriores un término que el hombre ha creado para describir esa ausencia de Dios. Dios no creó el mal. No es como la fe o el amor, que existen como existen el calor y la luz. El mal es el resultado de que la humanidad no tenga a Dios presente en sus corazones. Es como resulta el frío cuando no hay calor, o la oscuridad cuando no hay luz.

Entonces el profesor, después de asentir con la cabeza, se quedó callado.

Lo que hace Einstein es desmontar una falacia filosófica mediante la carga de una verdad científica. Filosóficamente se pueden argumentar hechos, pero no demostrarlo, pero la ciencia sí demuestra con hechos la argumentación científica, y Einstein desmonta una por una las argumentaciones filosóficas con verdades científica-axiomáticas.

Einstein, en sus inicios universitarios era un alumno tímido y retraído como para enfrentar de esa manera a un profesor, y digo sus inicios porque el tema tocado en esta reflexión es como de humanidades y eso no se ve después de 3 semestre en todas partes, además Einstein fue el único de sus compañeros de universidad que no se graduó con el grado de maestro este dialogo mantenido con su profesor está recogido en sus memorias de la época de estudiante en Alemania, el todavía jovencísimo Einstein no había iniciado ni de lejos su andadura universitaria. Hay que tener además en cuenta que el joven Einstein fue un prodigio por haber obtenido una gran formación en humanidades, gracias a su permanente afán por leer y aprender, ya desde muy temprana edad. Ese dialogo que erróneamente se sitúa en la Universidad, se produce y he ahí su inmenso mérito, cuando tenía entre 10 y 12 años.

Sin embargo, al ser Einstein judío nada tiene de raro que aún sin haberlo estudiado (humanidades) tuviera sus ideas claras al respecto, ya que los judíos tienen la ventaja frente a otras religiones de ser iniciados desde muy temprana edad en la fe y el conocimiento, con todo lo que implica el conocimiento de una parte de historia de la humanidad que va implícita en el tema religioso. Por otro lado, siendo hombre lo habrían ciertamente educado con un potencial de seguridad en sí mismo (nadie llega tan lejos si no ha tenido una educación y una formación motivadora y rica en retos)

Se sabe que Einstein no fue un estudiante brillante en sus primeras etapas, nada de extrañar, una mente brillante debía aburrirse profundamente, aunque ese aprendizaje temprano de la vida sirve básicamente para aprender a relacionarte con los libros y con la micro sociedad que se ve representada en una escuela-universidad, etc., lo que le enseñaban ciertamente le aburría, él estaba en un mundo paralelo por encima de los otros, en una sociedad germana tan rígida y estructurada, con poca apertura y al mismo tiempo con grandes filósofos, ellos a su vez de una gran rigidez mental.

Me encanta cuando Schopenhauer censura a su gremio y les invita a escribir por sí mismos en lugar de sentarse a criticar todo aquello que sale de otra pluma “lo difícil siempre será hacer, construir” lo fácil no arriesgar, no exponerte, no vencer el miedo, solo una mente muy clara podía responder a un profesor con tanta firmeza, de todas formas, qué más da si el episodio fuera o no cierto, quizás es solo el invento de una pluma ágil, dispuesta siempre a enseñar con la metáfora.

Probar si fue el o no la verdad es tan complejo como alguna de sus ecuaciones quizás  parecía difícil creer que Einstein sumiso como era tuviera el valor de llamar la atención en semejante situación que incluso pocos profesores tocan por la envergadura de la misma, me resulta difícil creer que un profesor pueda olvidarse de la jerarquía y su posición si fue Einstein o no, no es importante porque potencia aún más la valides y la importancia del mensaje, y si no hay que felicitar a quien lo hizo por la buena voluntad de no apagarnos esa luz de “fe Y Amor” que todos llevamos.

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Gracias.

Atte.
       
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