La justicia y Generosidad vs Egoísmo. Platón decía que el individuo debía salir de la oscuridad, de la caverna del desconocimiento
Ace algunos días, realicé una
visita que les recomiendo al Cementerio Presbítero Maestro, preferido por la
aristocracia, los políticos, los grandes burgueses y los artistas del siglo
XIX. Entre auténticas maravillas arquitectónicas no dejaba de pensar que allí
yacían personas que en su momento fueron poderosas y hoy, simple polvo.
¿Qué tenemos en la vida?, será la
pregunta a la que unos contestarán mirando su cartera y otros su corazón.
Seguro que el dinero soluciona muchos problemas, pero no logrará que personas
llenas de amor visiten tu tumba recordando tu paso por un mundo breve.
Sí amigos, la verdadera muerte es
el olvido y, muchos, ya la viven en vida.
Personas que se van sin enterarse
de qué es la vida y otras, que dejan la vida tiritando de tanto que la
disfrutaron. Unos dejan vacío y huella, otras alivio.
¿Qué es lo que tienes en la vida?
pero la pregunta sería, ¿Qué te gustaría tener en la vida? ¿poder y dinero?
¿amor? ¿personas que te quieren?... a veces el dinero confunde todo por su
necesidad, ¿pero saben qué?, en esas tumbas yacen personas que tuvieron de todo
y hoy no tienen a nadie, mientras otras no tuvieron de nada y serán amadas
siempre, porque fueron justos y generosos.
La justicia es un conjunto de
valores esenciales sobre los cuales debe basarse una sociedad y el Estado,
estos valores son el respeto, la equidad, la igualdad y la libertad.
La justicia, en sentido formal,
es el conjunto de normas codificadas aplicadas por jueces sobre las cuales el
Estado imparte justicia cuando éstas son violadas, suprimiendo la acción o
inacción que generó la afectación del bien común.
La palabra justicia proviene del
latín justicia que significa “justo”, y deriva del vocablo ius.
La justicia divina
La justicia divina es aquella que
lleva a cabo Dios. Para los cristianos Dios es quien tiene el poder de ejercer
la justicia divina a través de la cual puede castigar o premiar al ser humano
de acuerdo a sus merecimientos.
La justicia en filosofía
La justicia en filosofía es una
definición que varía según el pensamiento de cada filósofo.
Platón decía que el individuo
debía salir de la oscuridad, de la caverna del desconocimiento, ya que, la
persona se hace justa en la misma medida en que posee conocimiento.
En este sentido, el individuo que
tenga mayor conocimiento puede ser más justo, lo que traduce la idea de que los
gobernantes deben tener amplios conocimientos para saber gobernar y para
realmente hacer justicia.
El filósofo Aristóteles definía
justicia como dar a cada ciudadano lo que le corresponde según sus necesidades
y aportes en la sociedad.
Mientras que, para Kant la
justicia de un Estado debe velar por tres principios fundamentales que son la
libertad de los individuos, la igualdad entre ellos y la independencia de cada
miembro de una comunidad.
Por su parte, Kelsen indicaba que
la justicia es un derecho natural que prevalece sobre el derecho positivo, ya
que, si va en contra de los derechos fundamentales del ser humano no se puede
hablar de justicia.
Valores:
Los valores son aquellos
principios, virtudes o cualidades que caracterizan a una persona, una acción o
un objeto que se consideran típicamente positivos o de gran importancia por un
grupo social.
Los valores son aquellas
cualidades que se destacan en cada individuo y que, a su vez, le impulsan a
actuar de una u otra manera porque forman parte de sus creencias, determinan
sus conductas y expresan sus intereses y sentimientos.
En este sentido, los valores
definen los pensamientos de las personas y la manera en cómo desean vivir y
compartir sus experiencias con quienes les rodean.
Sin embargo, también existe una
serie de valores que son compartidos por la sociedad y que establecen los
comportamientos y actitudes de las personas en general, con el objetivo de
alcanzar el bienestar colectivo.
Por tanto, los valores se pueden
clasificar por su importancia según las prioridades de cada persona o de la
sociedad.
Entre los valores más
importantes, destacan los valores humanos porque tienen mayor reconocimiento y
repercusión en los distintos grupos sociales. Estos valores se relacionan con
la ética, el respeto, la tolerancia, la bondad, la paz, la solidaridad, la
amistad, la honestidad, el amor, la justicia, la libertad, la honradez, entre
otros.
Por ejemplo, la libertad es un
valor humano que poseemos todas las personas para tomar nuestras decisiones y
poder expresar nuestros sentimiento y opiniones.
Ahora bien, cuando se trata de
aquellos valores que están aplicados a un grupo de personas en los cuales se
toman en cuenta las culturas y las características sociales, entonces se hace
referencia a los valores sociales y los valores culturales.
Asimismo, en contextos más
específicos también se determinan otros grupos de valores importantes como los
valores familiares, los valores religiosos, entre otros.
Por otra parte, la axiología es
la rama de la filosofía que tiene como objeto de estudio los valores y los
juicios de valor.
Generosidad vs Egoísmo
Según muchos especialistas, El
egoísmo es temor, pura creencia de imposibilidades, de limitaciones basadas en
el miedo. Pero el egoísmo tiene su momento en la evolución del individuo. Los
niños pequeños son egoístas, para ellos solo existe el yo y el mundo gira
alrededor; sin embargo, la experiencia les va demostrando a través de
frustraciones y de diversos aprendizajes que no están solos. Entonces más o
menos de repente descubren al otro. El egoísmo deja de tener en ese momento
valor primordial.
Si el egoísmo se instala y
permanece en el individuo, se convierte en un ancla que le impide avanzar,
crecer, desarrollarse en toda su potencialidad. Será fuente de más
frustraciones que de satisfacciones. Por ello debe elevarse para que
progresemos en la vida.
Al egoísmo se le opone como valor
la generosidad es una virtud que se convierte en valor para el ser humano
cuando evoluciona como tal. Ella representa compartir sin miedos los bienes materiales
e intangibles de los que disponemos, los que compartimos en esta tierra.
Si podemos comprender que nuestro
paso por la tierra tiene los límites del tiempo y el espacio, podemos darnos
cuenta de que todo lo que tenemos es un préstamo de la vida. Lo que acumulamos
como experiencia es nuestro verdadero tesoro: el conocimiento, los afectos, las
obras etc. Cuando compartimos con generosidad estos bienes, la retribución será
segura y si los demás no nos la dan, con toda seguridad habremos obtenido la satisfacción
de dar.
Cuando damos generosamente,
cuando compartimos nuestro pan y nuestras experiencias; estamos venciendo los
temores del pasado, los miedos de la limitación y la miseria. Cuando hacemos de
esa actitud un valor en nuestra vida, estaremos asegurando nuestro futuro de
felicidad.
Honestidad
La honestidad es otra de las
virtudes que han de convertirse en valores del ser humano para alcanzar la
plenitud como persona. Esta es conservadora de los valores del individuo. La
honestidad nos lleva a conservar nuestros principios en todo tiempo y lugar sin
las dobleces de la conveniencia.
La honestidad es un arte en
nuestro tiempo, no es imposible, pero tiene sus dificultades, que una vez
vencidas son de gran estímulo para el individuo.
En muchas ocasiones, aún las más
cotidianas, tienes la oportunidad de afianzar la honestidad como un valor.
Cuando debes cumplir las leyes de la convivencia estás frente a una de esas
oportunidades. Cuando la viveza fácil se presenta como una conducta aplaudida,
la honestidad nos hace caer en cuenta que los demás también poseen derechos.
No sólo se es honesto cuando no
se roba o no se miente, también se es en las pequeñas circunstancias; cuando
haces una cola, cuando no pretendes obtener privilegios, cuando actúas en
concordancia con lo que predicas como tus principios.
La honestidad te mantiene con la
frente en alto cuando sopla el viento huracanado de la dificultad en tu cara.
Gracias.
Gracias.
Bernardino Villena.
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